La dependencia emocional en la relación de pareja

¿Cuáles son los límites en una relación? ¿Es normal que él, disponga de mi tiempo? Siento que no puedo dejarla a pesar de que nos hemos dañado el uno al otro, pero ¿qué me pasa, por qué no puedo finalizar con esto?
Los marcadores que definen a una relación saludable distan abismalmente del constante sufrimiento que suele generarse alrededor de los apegos insanos. Indicadores tales como un amor incondicional no egoísta, la libertad en la pareja, la confianza, el respeto, una comunicación efectiva y la paciencia se constituyen como pilares de una relación sana. En contraste, la extrema necesidad afectiva, la idealización, sumisión, la anulación de la propia identidad, posesividad, celos que no cesan a través del tiempo al contrario se incrementan, el maltrato, el miedo al abandono y al rechazo provocados por una baja autoestima, conducen el comportamiento de quien sufre dependencia emocional, la cual se manifiesta en aferrarse a la relación, experimentando incapacidad para separarse de la persona que lo lastima.
Existen investigaciones que afirman que existe una relación entre la dependencia emocional y la violencia de pareja, llegando a la conclusión de que las mujeres que han vivido violencia de pareja posee altos índices de dependencia emocional, en comparación con aquellas mujeres que no han atravesado por esta dolorosa experiencia. Concluye, además, que en esa relación de violencia, la mujer dependiente emocional experimenta un alto miedo al abandono, por lo que tolera agresiones, infidelidades y todo tipo de malos tratos con tal de que su relación afectiva no llegue a su fin y en caso de que el agresor decidiera terminar el vínculo, la mujer suplicará que no se vaya, asumirá culpas que no son suyas y pedirá perdón por faltas que no ha cometido únicamente para retener a su pareja y evitar el dolor de la separación. Indiscutiblemente la dependencia emocional no solamente se ciñe al género femenino, una gran cantidad de hombres sufren en silencio esta condición que los paraliza, los limita y los condena a sobrellevar ataduras sentimentales durante años.
Las causas de la dependencia emocional varían, destacándose entre las principales, estilos de crianza, eventos traumáticos en alguna etapa del desarrollo, construcciones socio – culturales, carencias afectivas y baja autoestima.
No hay nada mejor que sentirse libre y realizado, uno de los primeros pasos para romper una dependencia emocional, es la aceptación, al igual que cualquier adicción. La reconciliación con uno mismo, el reencontrarse, perdonarse, valorarse y comenzar a amarse son elementos que van tomando forma en el viaje hacia el puerto de la libertad emocional, en el contexto de un tratamiento psicológico.
Atrévete a romper tus limitantes emocionales y busca ayuda profesional, es momento de permitirte dar ese paso que tanto tiempo lo habías procrastinado.

Por. Nelson A. Jarrín

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