Hay otra actitud que puede ser todavía más dañina y demoledora: LA INDIFERENCIA, sobre todo para las personas muy sensibles. Ignorar o mostrar total indiferencia equivale a transmitir el mensaje: “vales tan poco que ni siquiera te tomo en cuenta”, “No existes para mí”.
Algunas personas dicen que lo contrario del amor es el odio, otras que es el temor, pero otras consideran que es la indiferencia.
¿Qué podemos hacer para que no se presente la indiferencia en nuestras vidas o, cuando nos la aplican, que nos duela menos? Lo primero es analizar los diferentes tipos de indiferencia para ubicar la que estamos padeciendo y qué la produce. Con este conocimiento podremos definir cuál será la mejor forma de reaccionar.
TIPOS DE INDIFERENCIA
1) POR CARÁCTER. Antes que nada hay que tomar en cuenta que algunas personas son poco expresivas y/o cariñosas, otras son despistadas (sus mentes siempre andan en otro lado), algunas son olvidadizas y no consideran importantes los detalles y atenciones y no saben o no pueden expresar su amor y sus cuidados como a nosotros nos gustaría. Por lo tanto, no hay que interpretar como “indiferencia” esas reacciones nada más porque no corresponden a las nuestras. De hecho, si se les insiste para que se comporten de acuerdo a nuestras necesidades, generalmente resultará contraproducente porque pueden interpretarlo como drama, chantaje emocional o presión.
Frases como “a ti te vale”, “ya no te importo”, “si me quisieras harías tal o cual cosa”, “¿por qué eres así?”, hacen que la persona se retraiga más, se fastidie o te evite. Tus escenitas le causan confusión e incomodidad y le parece injusto que lo quieras obligar a hacer lo que no le nace. Por supuesto que esto se convierte en un círculo vicioso donde tú te vuelves cada vez más demandante y el otro más frío.
Cómo reaccionar: Si ya detectaste que su carácter embona en la descripción que menciono, lo peor que puedes hacer es insistir porque lo alejarás de ti, sintiéndote muy rechazado. Es más sensato aceptar que así es su temperamento, no pedirle “peras al olmo” y valorando los demás aspectos positivos de su carácter. También te ayudará revisar tu grado de codependencia, porque en este caso tal vez quien necesite cambiar eres tú.
2) POR DEFENSA. Algunas personas usan la indiferencia como defensa. Si tú eres de carácter fuerte, dado a discutir y reaccionas de manera exagerada, el otro puede llegar a la conclusión de que no se puede hablar contigo porque no razonas y eres muy visceral (aunque después te arrepientas) y que no tiene caso hablar contigo al juzgarte de necio o inflexible y que no van a llegar a un acuerdo mutuamente satisfactorio. Acabará por “darte el avión” o de plano evitarte. En el fondo no es que no desee arreglar la situación, simplemente que los métodos de abordar las cosas son distintos.
Cómo reaccionar: En este caso te recomiendo que te expreses por escrito, de manera un poco más racional y propositiva, con el menor drama posible o que esperes a que se calmen tus emociones antes de tratar algún asunto que te interese.
3) POR CASTIGO. Otro grupo de personas utiliza la indiferencia como castigo. Su disgusto lo expresa dejándote de hablar, con actitudes de desinterés hacia tu persona o a la relación y no tomándote en cuenta para actividades y decisiones. Claro que esta no es una manera correcta o madura de arreglar los conflictos y más bien representa un berrinche o capricho.
Cómo reaccionar: Lo mejor que se puede hacer en estos casos es no engancharte, esperar a que a la persona se le baje el enojo y después tratar de dialogar tranquilamente. Si le haces saber cuanto te duele su indiferencia,le estás dando más poder para continuar aplicándote el castigo porque puede salirse con la suya. Sólo cuando se dé cuenta que “la ley del hielo” no le funciona, dejará de usar esta táctica contigo. También en soyespiritual.com: 10 errores en el amor que las mujeres sabias y maduras no cometerán dos veces.
4) PORQUE HAY OTRO INTERÉS. Esto es en los casos en que hay otra persona de por medio. Si nuestra pareja tiene los ojos puestos en otro lado, todo su interés y su energía se va a dirigir hacia allá y tú pasarás a segundo término. Como ya no se emociona ni se entusiasma con tu compañía, es muy doloroso percatarse que las atenciones y el tiempo que antes te dedicaba ahora están enfocados en otra persona.
indiferencia en la pareja Cómo reaccionar: Aquí te recomiendo que leas mi libro sobre la infidelidad: “Cuando 2 No son Suficiente” para que no se te ocurra cometer el error de querer “reconquístalo” desviviéndote por llamar su atención. Esto no funciona y sólo te llenarás de frustración e impotencia.
5) POR ABURRIMIENTO. Esto sucede cuando la relación se está volviendo aburrida. Por supuesto que es responsabilidad de ambos mantener viva la “chispa”, pero hay ocasiones en que un miembro de la pareja sigue creciendo e interesándose en nuevas actividades y el otro se estanca, toma actitudes negativas, se rehúsa a compartir los pasatiempos o intereses de su compañero y eso hace que se vayan alejando poco a poco. No se trata de que “gires” alrededor de tu amado y que sólo sus necesidades sean tomados en cuenta, pero recuerda que al amor y al interés hay que regarlo como a una plantita en lugar de darlo por sentado.
Cómo reaccionar: Si no alimentas la relación y te vuelves una persona aburrida y apagada, si no te interesa leer un buen libro, estar al tanto de las noticias y aprender cosas nuevas, es muy probable que poco a poco tu pareja se muestre indiferentecontigo. Entonces cambia esa actitud, interésate por lo que a tu pareja le llame la atención, crece, cultívate y supérate día a día.
Por: Belizabeth Montilla